La pisada importa

¿Eres pronador o supinador?

A todos nos suena este anuncio del Decathlon, pero, ¿qué significa ser pronador o supinador?

Todos, o casi todos, somos pronadores y supinadores. La pronación y la supinación son movimientos naturales que hace el pie cuando caminamos y en casa paso se producen los dos.

El pie es una obra de ingeniería que nos permite andar, correr, saltar o estar quietos. para esto, los huesos del pie se colocan en diferentes posiciones para hacer la función correspondiente en cada momento.

La pronación es la posición del pie en que este se aplana. Las articulaciones (las uniones entre los huesos del pie) se colocan en una posición que permiten al pie ser más flexible. En esta disposición, el pie tiene una función de amortiguación, para absorber la fuerza del impacto contra el suelo cuando caminamos o corremos. Por eso al correr, una situación en la que el impacto es mayor, suele haber más pronación.

La supinación es el movimiento contrario en el que el pie forma la curvatura del puente. En esta posición, los huesos encajan unos con otros y el pie se comporta como una palanca rígida. Esto nos ayuda a aprovechar el impulso hacia delante que llevamos cuando caminamos o corremos. 

En cada paso, estos dos movimientos ocurren uno detrás de otro. En una pisada fisiológica (sin complicaciones o limitaciones) el pie está en una posición de leve supinación justo antes de que el talón contacte con el suelo. Una vez que el talón apoya, pasa a pronar, para amortiguar el impacto contra el suelo y continua esta fase hasta que el pie apoya entero. Después, el pie vuelve a supinar para aprovechar el impulso que lleva y levantar el talón, aprovechando un mecanismo similar a un muelle, producido por los músculos y ligamentos del pie y la pierna. 

Cuando uno de estos dos movimientos se realiza en exceso o no se realiza, suelen producir alteraciones en la pisada suficientemente graves como para producir lesiones como fascitis plantar, tendinitis, dedos en garra o metatarsalgias. 

Desde la prevención al tratamiento de estas patologías, es recomendable acudir a un profesional de la salud para evitar complicaciones mayores y la cronificación del dolor. 

Podólogo César Domenech.

Nº Colegiado: 83846 3189