Complicaciones de la diabetes en los pies

La diabetes.


La diabetes mellitus es una enfermedad en la que el páncreas no segrega suficiente insulina o la insulina que genera no es suficientemente efectiva (resistencia a la insulina) y los niveles de glucosa (azúcar) en sangre son elevados. 

La insulina es una hormona que se encarga de sacar el azúcar libre del torrente sanguíneo y almacenarlo, para que este no cause daños a otras estructuras como vasos sanguíneos o al sistema nervioso.


La diabetes puede ser de dos tipos:

Tipo 1: se trata de una reducción de la producción de insulina por parte del páncreas. Puede tener origen autoinmune y no hay forma de prevenirla. 

Tipo 2: aparece a lo largo de la vida, normalmente causado por un estilo de vida sedentario y por una ingesta alta de alimentos con gran cantidad de azúcares libres, como la bollería industrial otros alimentos ultraprocesados. Se reduce la producción de insulina e incrementa la capacidad del cuerpo para usarla. 


El pie diabético.

El pie diabético es el término que unifica las complicaciones que la enfermedad de la diabetes causa en el pie. Está causado por altos niveles de glucosa en sangre y produce pérdida de sensibilidad (neuropatía) y una disminución en los vasos sanguíneos del pie (isquemia).

Por un lado, al disminuir el riego sanguíneo, la piel no recibe todos los nutrientes que necesita para mantener un buen estado de salud. La piel se vuelve más frágil ante golpes y rozaduras y tiene menor capacidad para cicatrizar y para luchar contra las infecciones que pueda sufrir.

Por otro lado, la pérdida de sensibilidad hace que los estímulos dolorosos o lesivos se noten menos. Se puede tardar más en notar una rozadura o no notar que se nos ha metido una piedra dentro del zapato. 


Estas dos situaciones pueden darse de forma individual o a la vez y suponen complicaciones serias para la salud. 

La peor complicación que podemos encontrar es la formación de una úlcera diabética. Esto se trata de una herida que se cronifica y requiere de tiempo y tratamientos especializados para curarla. 

La pérdida de sensibilidad reduce la capacidad de protección, para evitar el daño y la pérdida de riego sanguíneo reduce los recursos que tienen la piel para regenerarse. 

En caso de no curarse la herida o de que una infección, en principio superficial, se extienda, puede llevar a la necrosis de una zona del pie y a su amputación. 

Se estima que un 15% de las personas con diabetes sufrirán una úlcera de pie diabético a lo largo de su vida. 

La prevención es el mejor mecanismo de defensa. Empieza por llevar un estilo de vida físicamente activo, seguir una buena alimentación rica en alimentos con bajo contenido en azúcares libres y un cuidado adecuado de los pies. 


Podólogo César Domenech.

Nº Colegiado: 83846 3189










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